
Roland TR-1000 el peso de un legado de más de 50 años.
Tenía tiempo que no nos emocionábamos tanto con el lanzamiento de una nueva caja de ritmos de Roland, y es que a pesar de que han salido varias cajas de ritmo de la marca en los últimos años, ninguna apuntaba a volverse su próximo producto insignia.
Si pensamos un poco en el peso del legado que han dejado otras cajas de ritmo de la marca, la vara se pone muy alta, tenemos tanto la 808 y la 909 que han definido el sonido de géneros de musica electrónica, tanto por sus circuitos analógicos, como por su diseño industrial e interfaz de control. A la fecha son sonidos que ocupan productores contemporáneos, de hecho se han disparado los precios de las originales por lo mismo.
Un poco respondiendo a esta demanda, la nueva TR 1000 integra los circuitos analógicos de ambas cajas de ritmo (algo que sólo habíamos visto en digital) y además les agrega mayor rango a ciertos parámetros, por ejemplo el decay del kick de la 808 puede alargarse casi hasta auto-oscilar, un movimiento muy inteligente pensando que géneros como el trap, el dubstep y el pop han abusado de esos kick para crear bajos, también la TR incorpora modelos digitales de sus otras cajas famosas, samples PCM, la habilidad de importar tus samples , con time stretch y slice mode y modelos mucho más sofisticados tipo virtual analógicos o FM para abusar de la síntesis y entrar en terrenos experimentales.
Entre los highlights que más nos gustaron encontramos una basta colección de salidas, de hecho cada canal tiene su propia salida, ideal para procesar señales por separado o para el estudio. También tiene una salida de efectos y una entrada para pasar señales externas y procesarlas o samplearlas en tiempo real.
Otra cosa interesante que nos gustó fue su implementación de varias ideas de la secuencia sueca de Elektron como, probabilidad de pasos, automatizaciones, condiciones por vuelta, ratchets o micro timing, así como un "cross fader" macro para asignar modulaciones y "morphear" del estado de un sonido a otro.
Por otro lado para ser una caja de ritmos compleja y tan completa, es quizás la que mayor control desde el panel tiene de las que hemos visto, a pesar de tener varios menús la TR-1000 nos sorprende con su gran cantidad de controles en el panel, lo que la hace ideal para los actos en vivo y el estudio.
En conclusión la TR-1000 se levanta como una caja de ritmos hecha y derecha, quizás la mejor en cuanto construcción, control, versatilidad y calidad de sonido. Pero como tal no se le debe de pedir un workflow tipo groovebox, ya que a pesar de que sí es posible generar melodías y usar los motores para hacer síntesis de bajos o leads, el flujo de trabajo puede ser más tedioso al no tener un teclado o usar sus triggers como uno, y esto es algo bueno desde el punto de vista que hace que la caja de ritmos tenga menos menús o modos raros de interactuar con ella más que para lo que se esperarías de una caja de ritmos. Sí te gustó la nueva TR-1000, dale click aquí, para pedir la tuya en preventa .
Texto por Pablo Mendía.